Al centro y al frente
Seguros como previsión patrimonial en la post pandemia
La pandemia por SARS CoV-2 a principios de 2020 cambió más nuestras vidas y en menos tiempo que cualquier suceso en la memoria reciente. Una mañana, pasabas por un café después de batallar con el tránsito camino a una larga jornada fuera del hogar. Al día siguiente amaneciste con “home office”, compras en línea, reuniones virtuales y comida en casa. El futuro se veía incierto. ¿Cómo responderíamos como sociedad ante esta amenaza? ¿Podrías evitar el contagio? ¿Conservarías tu trabajo? ¿Alcanzaría la liquidez?
Tres años después, comenzamos a entender el impacto de COVID en nuestras finanzas personales y la lección es clara: prevenir importa más que nunca. La pandemia atentó en forma simultánea contra nuestra salud física, financiera y mental. Esta triple amenaza llegó de sorpresa y aun si no resultó en pérdida humana, pudo causar daños severos e irrecuperables en nuestra economía. Quien contaba con planes de contingencia podía estar en mejor posición para amortiguar el golpe o incluso sobrevivir.
Hay tres decisiones concretas que, tomadas desde hoy, pueden prepararte mejor para este tipo de acontecimientos y muchos otros en el futuro:
Seguro de Salud
Según cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el costo promedio de atender cada hospitalización por COVID en el sector privado superó los 400 mil pesos. El sistema mexicano de salud se vio rebasado y acudir a un hospital privado, más allá de un lujo, se convirtió en un asunto de vida o muerte. Había que atenderse de inmediato y era imposible predecir hasta dónde se complicaría cada caso. Ya has vivido una crisis sanitaria y has presenciado cómo el seguro de salud evita que una enfermedad catastrófica borre los recursos enteros de una familia.
Seguro de Vida
Tienes la oportunidad hoy de facilitar las cosas para los demás cuando llegue tu muerte. Al hacer un testamento, decides cómo se distribuirán tus bienes, cómo cuidarán a tus hijos, qué deben hacer con tus restos mortales, puedes incluso dejar dicho qué cuidados quieres recibir cuando ya no puedas tomar tus propias decisiones. Hay más de cien razones para contratar un seguro de vida, pero casi todas se resumen en dejar los recursos económicos para que esas instrucciones se puedan llevar a cabo y no se queden en deseos. El testamento es el vehículo, y el seguro de vida el combustible. Es un recurso intocable que tus herederos recibirán libre de impuestos.
Retiro
Si morir antes de tiempo o sufrir una enfermedad hace patente la necesidad de tener reservas financieras, hay otra contingencia para la cual es todavía más importante prepararse. La expectativa de vida crece, la edad de retiro sigue igual y el costo de vivir a un nivel acostumbrado va subiendo. La sociedad se está transformando y cada vez cuesta más que la generación que trabaja subsidie a la anterior. La única forma de contar con recursos suficientes para tener una jubilación plena es a través de un ahorro sistemático que aproveche las ventajas fiscales creadas para incentivarlo. Para la mayoría de las personas, las aportaciones a un fondo de retiro son la única deducción fiscal que no es un gasto, sino dinero que te quedas.
Ahora es mejor que después. No sorprende que corramos para llegar a una fiesta, pero postergamos prevenir el futuro porque implica pensar en temas difíciles. Pero recientemente un amigo que batallaba contra el cáncer me admitió cuánto le costaba encontrar la energía para seguir buscando alternativas de tratamiento y aparte todavía poder pagarlas. Lo decía porque la enfermedad deprime, así como la vejez puede reducir tu capacidad o ánimo para tomar decisiones. Hay que actuar ahora, no reparas tu techo cuando está lloviendo. Hoy el tiempo está de tu lado: para proyectar, para ahorrar, para que trabaje tu dinero y para que además te quede tiempo de sobra para disfrutar tu vida.
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